Quien no se deja besar las rodillas tampoco se deja besar el corazón
7 de abril de 2014 (6:45 p. m.) | 0 flores
A la cama hay que entrar siempre desnudo. No te fíes de quien se demora en quitarse los zapatos y menos de quien se acuesta en calcetines. Déjate atar cuando sientas que se están atando contigo. No desconfíes del fetichista. Al final siempre prefiere la piel al envoltorio. Quien no se deja besar las rodillas tampoco se deja besar el corazón. Quien te sabe tocar el culo también sabe hornear el pan. Navega en sus ojos pero no naufragues en ellos. Perdona si no sabe lo que hace… la primera vez. El día en que escuches pronunciar “Eso no”, “Por ahí no” y “Con eso no” sabrás que todo ha terminado. Los zapatos de tacón alto son para estar en casa. Hay quien camina con ellos por el mundo. Caminar descalzo es una forma de sentir el mundo. Hacer el pino es caminar por las estrellas. “No todo va a ser follar”
Tratado de urcelologia
Jesús Urceloy